La Clave de la felicidad es dejarse sorprender todo los días.
Una de las cosas por las cuales me encantan los niños y me gusta trabajar con ellos y me gusta escucharlos, es porque se sorprenden de TODO, es algo casi impresionante.
Es algo que falta mucho en esta sociedad, ahora todos usan frases como "eso ya lo sabia" ", "eso ya lo había visto" o "porque no me sorprende". Siento un poco de lastima de aquellas personas, debe ser una vida un tanto triste y monótona, y la verdad, debe ser de poco goce .
No comprendo como no se maravillan de un bosque, de las montañas, de la gente y su cultura, de tantas cosas que la vida te va mostrando y enseñando todo los días.
Me da mucho miedo pensar en que mis ojos dejen de disfrutar con lo cotidiano, con la simpleza y con la sencillez.
Estos días vi a un caballo correr por un espacio tan reducido, porque estaba todo cercado, pero a la mayoría nos dibujo una sonrisa en el rostro, porque su pelo se meneaba al compás del viento y mas que eso, creo que la sonrisa lo producía el ver que disfrutaba moverse, y quizás ni le molestaba tener delimitado su andar, sino mas bien, disfrutada con lo que tenia. A mi, me sorprendió aquel echo.
Suelo ser complicada y enrollada y asumo que me gusta el drama, pero tambien sé que mis ojos no se cansan de sorprenderse con cosas pequeñas, que ya para muchos pasan desapercibidos...la verdad, quisiera mantener esa mirada, ese sentir por muchos pero muchos años mas.
Menos mal que soy educadora de párvulos, porque con ellos, la vida es una aventura todo los dias y puedes alcanzar ese grado... el de sorprenderse con ellos.
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