sábado, 13 de julio de 2019

Sangre Morena

Tengo el coraje de un árbol
El cuerpo de una guitarra
Y mi canción es tormenta, en esta vida que estalla.

Voy cantando en el camino
Fundida en rosas y arena
Entre espinas y castillos
Hierve mi sangre Morena 

Y si es que a ratos me pierdo al cantar y si es que a ratos me pongo a llorar
En esta vida hay aroma de flor y muchas veces me muero de amor
Y si es que a ratos hay días sin sol y si es que a ratos me muero de amor
En esta vida yo quiero seguir con mi voz cantando yo vuelvo a vivir 

................................................................................................................

[Limerencia.
Una palabra tan bonita con un final oscuro]

Han sido unos meses tan aferrada a la tierra, que imagino que me atrae una fuerza tan potente que en cualquier momento me lanzará cual piedra voladora sin prever el aterrizaje ni alcanzar a contener el aire en el momento del vuelo.
Pienso que este escándalo estaba escrito en algún lado. Nada tiene lógica. Nada hacía prever nada, solo ingenuidad, o eso al menos quiero imaginar.
No sé tampoco como se elevó tan alto que no alcanzó a atraparlo, que me desnudo, que me movió de lugar, que me trajo hasta esta noche escribiendo estas líneas para despejar las ansias de todo y bajar los niveles de ir en búsqueda de lo que debería buscarme. Y que es el deber. Porque siempre el deber ser o hacer.
Hay miles de libros y películas que buscan ayudar y confunden en todo.
No hay reglas.
Soy fiel a que se hace lo que te salga de las entrañas pero estoy aquí escribiendo por contención a hacerlo, porque estoy siendo otra, porque me contengo , porque si fuera por mí me lanzo con todo y corazón.
No sé a quien sigo.
Quiero montaña
Y si, reconozco que quiero mucho más.
Quiero un corazón rojo.
Quiero el taxi y no importa cuánto cueste.
Quiero un gesto, solo es fósforo que se me mueva para encenderse y la bencina lista a su encuentro.
Quiero certeza, una mínima.
Quiero un milagro. Mi milagro.
Definitivamente tengo la sangre Morena.