lunes, 10 de octubre de 2011

Como los Árboles.



Nosotros, como los árboles, tenemos un deseo natural de ascender, de elevarnos.
Puedes que estés sepultado bajo miles de desechos, pero existe. Es una especie de nostalgia que mora en la parte mas profunda de todo hombre.
Pero la vida es compleja y está llena de contrastes y nosotros, sometiéndonos únicamente al juicio de nuestra mente, corremos el riesgo de equivocarnos de dirección... de ser cegados por un sol ficticio.

Éste fin de semana no estaban mis árboles. 
Aquel bosque que me refugiaba en momentos de soledad  que, en lo mas profundo del corazón, me producía una dulzura placentera tan grande como para caminar y caminar sin pensar en grandes cosas y ni fijarme en otra cosa mas que en la naturaleza y el cambio de colores de las hojas tiradas en el suelo.
Éste fin de semana no estaban mis árboles, y para peor, estaba todo cercado. 
Recorrí ....pero en un momento me detuve....sentí miedo, raro, en MI bosque sentí miedo.
Era demasiado vació, demasiado peladero y no había nada que me cubriera, no habían hojas, me sentía completamente desprotegida.

Éste fin de semana no estaban mis árboles.... y quizás sea bueno, porque mas que mal, 
nacerán otros....y quizás yo, deba nacer con ellos.