domingo, 8 de noviembre de 2020

Pinpilinpausha & Serendipia






Traté de buscar palabras que englobarán lo que ha ido pasando en estos meses desde la ultima vez.
Muchas veces repetí ( porque que lo había escuchado desde siempre) que las coincidencias no existen. Y si, así me he pasado harto tiempo de mi vida diciéndole esa frase a cuanta persona me venía a contar algún tema en donde cabía el " por algo paso, por algo será, las coincidencias no existen". Hasta que fue mi turno, o sigue siendo mi turno no lo tengo claro aun.

Resulta que después de tan fatídica y trágica novela a lo corin tellado, comenzaron los famosos encuentros con la mismisa frase.
Al principio  no lo tome en cuenta, pensé y creí que era producto de mi mente obsesiva con el tema y que no "aprendía a soltar" como decían los grandes gurú o filosofías muy de moda en estos tiempos. También pensé que era mi culpa porque energéticamente atraía eso de tanto pensarlo, digna hija prodigio de la ley de atracción. Así que comencé un camino en donde busque todo tipo de truco y artimaña que encontré en el camino para ir desapareciendo del mapa tal cual como lo quiso y no resistirme a la realidad inminente que me abofeteo el rostro sin verlo venir, y de tal golpe caí al piso sin tener la mínima idea del "porque?" " y "ahora como me levanto", o la mas esperanzadora idea del "mejor me quedo recostada un rato a ver si me viene a recoger" etc etc.

En fin, fueron días y días recostada en el piso con el corazón en la mano porque la esperanza y la tristeza se juntaron en una "asombrosa" unión (ni siquiera sabia que podían ponerse de acuerdo en algo) y mantenerme en esa posición de la cual era consciente y a la vez no tanto.
Entonces fue cuando después de varios días de meditaciones, lamentaciones, realidades y llantos, me levante de una, con todo lo que tenia en las manos y en el corazón y con un fuego abrumador que me empujaba a bailar y saltar de alegría por recobrar mi poder, devolvermelo, pero sobre todo, de entender que siempre estuvo conmigo y que había elegido sin darme cuenta que lo manejara un otro.
Ha sido en este tiempo cuando uno dice que "Alguien juega a los dados" porque entre mas uno intenta ir por un lado vienen las "coincidencias de la vida" y comenzaron de a poco. 
Al principio era una palabra, alguien que me contaba su historia, luego fueron cervezas, olores, sensaciones, apariciones mágicas y lo ultimo han sido las pinpilinpausha.
No se cuantas he visto en ésta semana, pero no se si yo ando en su camino o ellas en el mío.
El tema es que las mariposas representan la transformación, el inicio de algo nuevo y que rico que así sea, pero si me siguen pasando las " coincidencias" se me vuelve un poco complejo soltarme a la nueva aventura, porque me hace mirar atrás o …está solo en mi imaginación que está detrás y quizás sigue delante de mi, mas vivo que nunca.
Quizás las pinpilinpausha son el aviso de mi serendipia.
... ojala así sea...



martes, 14 de julio de 2020

Si me dijeran: pide un deseo...

preferiría un rabo de nube
que se llevará lo feo 
Y nos dejará el querube
Un barredor de tristezas
Un aguacero en venganza 
Que cuando escampe parezca nuestra esperanza.

Estamos transitando una pandemia,covid19 se llama.
Estamos confinados en nuestras casas hace más de dos meses con dos permisos a la semana para realizar asuntos esenciales.
Los colegios y jardines están cerrados y solo funcionan los servicios básicos?La gente que puede trabaja desde sus casas, teletrabajo se llama.
Al día de hoy han ido bajando los casos de contagio y ya se habla de cómo se podría volver a la "normalidad".
Normalidad, que palabra más curiosa.
Han sido tantos los cuestionamientos en este tiempo donde el tiempo de espera se tomó el mando sin pedir permiso, interrumpió todo pensamiento y estructura que estába ya establecido dando paso al caos y al desorden para observar lo que había debajo de la alfombra y de donde nadie salió ileso.
¿qué será la normalidad? ¿La normalidad de hoy será la misma que la de mañana?
Mañana, otro día, un día que no existe aún pero del que se habla bastante.
Igual debo admitir que justo hoy he pensando en el mañana.
Justo hoy tambien he pensado en el ayer.
Es que justo hoy es un día de esos que quisiera congelar el tiempo. Quedarme un ratito más en el presente, que el día tuviera 36 horas, solo unas horas más quizás, con eso también me conformaría.
Sabía que llegaría, nada escapa de su destino, pero por más que uno lo imagine, no hay como el vivirlo.
Ojalá hoy día me dijeran:pide un deseo.
Elegiría más tiempo.
Sé que el tiempo que hubo debe haber sido el perfecto y lo fue, pero como le explico al corazón triste que fue así, perfecto.
Claramente no puedo saltarme este día, tengo que vivirlo y así lo voy a hacer.
Con el corazón en la mano caminare este día, sin correr, solo caminar un paso a la vez , que corra el agua  si quiere y bañarme entera y mojarme de recuerdos, momentos, sonrisas, vino, cantos, caricias y amor.
Ahora que me detengo.
Respire y leí.
Y acabo de descubrir que si pedí un deseo una vez... Y se cumplió.
Es y fue mi deseo.
Podemos sonreír entonces y agradecer.
Agradecer porque sucedió, porque fue real, porque viví el regalo más bonito en tiempos de pandemia.
Porque agradecer siempre va a ser la magia que se necesita para vivir.