jueves, 3 de junio de 2010

[ Los tres Deseos de Alejandro Magno ]

El 13 de junio del 323 a.c, a los 33 años de edad, Alejandro desde su lecho de muerte, convocó a sus generales para comunicarles sus tres últimos deseos:

tres deseos

1- Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.

2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...

3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones. Alejandro le explicó:

1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.

2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.

3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.

[ Este bello relato fue de gran ayudar en momentos cuando uno tiene que poner sobre la mesa, las prioridades que se tiene en esta vida. No cabe duda, que muchas de las cosas que se priorizan en esta vida, tengan nula importancia a la hora de encontrarse cara o con la verdadera realidad y ver que eso que te ocupaba la mente, lo recordabas todo el día e incluso te consumía tu energía... no sera algo que te lleves a tu tumba, por eso LA PRIORIDAD ES LA PRIORIDAD y no va de acuerdo a lo que queremos o no, sino mas bien a lo que es REALMENTE importante para esta vida y PARA LA OTRA.]

HAY QUE CRECER...un pequeño relato de jorge bucay.

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.

Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.

La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.

El rey preguntó:

¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.

No hay posibilidad de que seas otra persona.

Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...


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