sábado, 2 de octubre de 2021

[ La Casa]

Siempre me gustaron las casas. 

Desde niña mi entretención era construirlas. Comencé haciendolo con cajas de fosforo para las barbie o muñequitos. Envolvía las cajas de fosforo con papel de regalo para que tuvieran un lado "decorativo". Me preocupaba en que hubieran sillones, mesa y camas. Usaba otras cajas para el refrigerador y para separar espacios.

Paso el tiempo y quise llevarlo a un tamaño mas" real" e inventé mi propia casa, entonces iba al patio y tomaba cajas de frutas,  baldes de pintura, tablas en fin, para armar sillones y mesas , tomaba ladrillos que encontraba en el patio y los usaba para separar ambientes (eso era importantisimo para mi). 

Luego quedo vacía una habitación de las que arrendaban mis padres, y por fin logre tener un espacio real para armar una casa . Estaba emocionada porque ésta tenía puerta, murallas y ventanas de verdad, luego tome los mismos ladrillos y dentro de ella separe ambientes: cocina, comedor dormitorio etc.

Admito que escribo ésto y me emociono profundamente.  

Actualmente logré "construir" la casa en donde por fin vivir.  

A veces intento entender que era lo que quería lograr de niña;  si buscaba independencia, tener mi propio espacio, quizás tenia vocación de arquitecta,  o "construir" una vida a mi gusto, en fin... creo que buscaba un refugio. Las paredes representaban los limites y la puerta me daba cierta seguridad porque si quería estar conmigo me encerraba y si quería salir podía abrirla sin problema.  Me sentía en calma y con el control en mis manos, el "control" de mi propia vida.

Al día de hoy, y con la pandemia en donde estuve en casa mucho tiempo, me siento muy a gusto, protegida, en paz, descansada, la miro y agradezco emocionada éste espacio que tanto quise, aun así, también he tenido que lidiar con nuevos miedos y con ciertos "traumas" como dejar las puertas abiertas que por muchas años jamás quise...dejar la puerta abierta era mostrar mi intimidad, era estar expuesta, era ser observada, soltar el control.

Han cambiado tantas cosas...he cambiado en tantas cosas.

Logré abrir las puertas y dejarlas así (al menos duran mucho mas tiempo que antes).

Logré dejar entrar la luz y que se acercarán nuevas voces.

Logré mostrar mi intimidad y disfrutar de ella sin preocuparme de la opinión externa. 

Falta...siempre falta, pero y que? Aquí voy, abriendo ventanas de a poco, dejando que muevan algo, aquí voy avanzando y abrazándome.

He dejado de soñar con casas que fue por largo tiempo el sueño mas recurrente y ahora son sueños en el exterior. Que lindo es pensar eso y que cíclico y maravilloso es todo: Hoy afuera, mañana dentro, pasado afuera y luego dentro y así. 

Hoy abrazo éste momento, éste sillón, el estar sentada con la taza de té, escuchando "no estando contigo" de siempre así y cantarla mientras salen estas líneas.

Que lindo es pensarme a esa edad construyendo con inocencia, con ganas de "armar" algo, con ganas de tener mi lugar en el mundo, que lindo sería viajar en el tiempo y abrazar a mi niña, pero al menos al escribir ésto la traigo de vuelta y en cuento termine de escribir le daré ese abrazo de amor que tanto necesita y que también anhelo. :)




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