jueves, 17 de enero de 2019
[ Fluyendo ]
Tengo algunas cosas claras y otras no tanto.
Como leí por ahí ( he leído mucho el último tiempo) el año que pasó no fue tan amable como hubiera querido, sin embargo, fue el mas sincero y sensato de los que recuerdo.
Recuerdo esas tardes donde quería que todo se detuviese, así mismo, sin cambiar nada, ni los pasillos grandes, ni la ventana al estacionamiento, ni el papel mural con la ciudad en la pared... como en mis sueños de niñez donde anhelaba que se congelará todo y poder entrar a supermercados y robar chocolates e ir a la casa de la niña que me caía mal y cortarle el pelo jaja ( si, era algo digo de análisis).
Me han dicho muchos lo valiente que he sido y que no hubieran sido capaces de hacer lo que hice.
Y yo, aquí, con otras paredes, con otra ventana que mira al parque, sin mural en la pared, luchando en éste momento con los miedos mas grandes que puedo tener, luchando a diario con el deber ser y lo que quiero, luchando a diario con el temor al cambio inminente, luchando con el desborde buscando el autocontrol, buscando ver la verdad.
No recuerdo haber sido mas sincera conmigo como lo he estado siendo hoy, y es que me lo debo.
Me debo estar escribiendo ahora en mi cama con poca ropa escuchando Nicole Bunout.
Me debo espantar las sombras de las culpas y amarme completa.
Me debo buscar lo que por años escondí en lo mas profundo para no dañar, para no cambiar, para no enfrentar.
Me debo un encuentro amoroso donde me pueda abrazar sanamente, saltar, bailar y llorar muchísimo.
Me debo ser tierna, cabrona, leal, puta, dulce y amable.
Definitivamente la deuda es conmigo.
Aquí nadie se equivoco, solo se evoluciono, solo se transformó, solo se creció.
Y cuando cierro los ojos, veo que viene...
Siento el viento en la cara, siento la paz, siento el amor, siento alegría, siento que ya estoy preparada para la llegada final, para concretar. Soy mera espectadora de la historia aferrada a la leona, a la fuerza, a la luna, a la familia, a los amigos conectadome con los que no están físicamente, con los que están pasando lo mismo o simplemente con quien quiera empatizar.
...quédate, todas mis mañanas si el sol nos deja florecer juntos libremente
y te daré mi luna sagrada si el sueño baja para crecer...
Sé que todo tiene su momento y estoy fluyendo con el tiempo, con el agua, con las ganas, estoy fluyendo con el día a día y no puedo explicar la satisfacción que se siente cuando flotas en medio del ruido y tu te vas con la marea segura de que estas ahí porque lo decidiste, porque nadie te lo impuso sino que el impulso que mueve la vida es la que te traslada, la búsqueda infinita de la felicidad
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