Son Parte fundamental de mi personalidad y de mi vida cotidiana.
Los llevo y los siento en todas partes, no puedo sacarmelos de encima por una simple desicion de mi voluntad.
No los elijo. No los pido. No los guardo.
Muchas veces llegan simplemente, me topo con ellos en mi mismo.
Posiblemente tienen raices que no logro descubrir o desconozco.
Muchas veces me desconciertan y nose que hacer.
Hay quienes me hablan para llenarme de culpabilidades, nada me aportan con su critica sorprendida.
Muchos nos han atormentado con la culpa. Nos han decalificado y achacado por sentir lo que sentimos. Debo repetirme muchas veces al dia:
El sentimiento es neutro, no es bueno ni malo, existe, se siente, está, es.
No ha sido elegido por mi, yo no lo he pedido.
Tener rabia no es ni bueno ni malo, pero si mis sentimientos de rabia no los comparto con nadie, ellos me pueden empujar a hablar mal de otra persona. Ahí esta el mal. Ese es mi pecado.
Desde hoy viviré con mucha libertad mis sentimientos, positivos o negativos.
Pero para poderlos vivir aprenderé a conocerlos, a saber lo que me pasa, y a expresarlos adecuadamente.
No tendré miedo a derramar mis lagrimas cuando sienta la pena o la tristeza.
No me tragare la risa en los momentos de alegria.
Echare a fuera mis rabias y temores sin necesidad de herir a nadie.
Pero ademas de eso dialogare con Dios para que ellos no me descontrolen.
Ahora tengo mas razones para entrar en intimidad con el, vivio lo mismo que yo y sin complejos.
Se volco y entrego enteramente. Nada se reservo o se guardo para si mismo.
Desde hoy viviré mis sentimientos en el espejo de Dios.
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