Cuando dormía y mi corazón velaba
la voz de mi amado oí:
¡Abre, hermana mía,
Ábreme paloma!
que mi cabeza esta cubierta de roció y mi cabello del relente de la noche.
Metió la mano por la cerradura
y toda entera me estremecí.
Me levante corriendo,
y mis manos destilaron mirra,
mirra fluida mis dedos,
por el pestillo de la puerta.
Os conjuro hijas de jerusalem, si encontráis a mi amado decidle que muero de amor.
Abrí, abrí a mi hermano, pero no estaba ya había pasado
Y el alma se me escapo en su huida
lo busque, no lo halle
lo llame, lo llame y no me respondió.
Me encontraron los guardias que hacen la ronda
me golpearon, me desnudaron los guardias de las murallas.
![](http://caminodelmasnou.files.wordpress.com/2012/10/4602755898_17ff43cff01.jpg)